El reposo de una madre

Desde que iba al instituto, 1º de BUP, más concretamente, llevo sufriendo anginas recurrentes. Tenía mucha fiebre y faltaba mucho a clase. El dolor al tragar era insoportable. Hace mucho que no me pasa, pero mi garganta está llena de cicatrices, provocadas por las pelotitas blancas que vivían en ella y que tardaban mucho en quitarse, con antibióticos y todo. Uno de esos puntos, me vuelve de vez en cuando.

Volviendo la mirada al punto doloroso de mi garganta (en concreto, en el lado derecho), descubrí que lo sentía como si tuviera una mariposa negra en ella. Una bella, tenue y sutil mariposa negra, que me quería decir algo. Seguí el proceso de ArtsyGio que he resumido en la explicación del cuadro Misión de ClarAarte Creaciones. Y tras muchas vueltas, encontré la mariposa que sentía.

Se llama gran mariposa mormona (Papilio memnon agenor). Además, descubrí que las mariposas negras son símbolo de esperanza para superar obstáculos y dolor y obtener libertad emocional. Y toda esta información solo hizo que me dieran más ganas de explorarla. Esta vez decidí empezar con los colores que tanto me asustan y luego dibujar encima la imagen. Solo tenía la mariposa y no sabía muy bien cómo ilustrar ese punto doloroso de la garganta. Pero decidí que podía explorarlo más adelante.

Hice varias pruebas fallidas, en las que no me gustaba cómo resultaba la fusión entre la acuarela y la tinta negra. Aquí puedes ver una de las primeras.

Pero después de varios días dándole vueltas, encontré una imagen que resonaba: lo que había debajo de la mariposa era yo misma tumbada, durmiendo. Lo ví en sueños y lo pinté sin más. El resultado: una madre cansada, pero cogiendo fuerzas desde el dolor de su garganta para superar los obstáculos.

Creo que es la primera de una serie que voy a llamar “pintura simbólica”, en la que las sensaciones e intuiciones se transforman en imágenes, para mostrarme los mensajes ocultos de sensaciones incómodas, como el dolor.